Imaginad que os acabáis de levantar para ir a currar. Vais al cuarto de baño, a la cocina... y aún medio zombi se os ocurre encender la tele por aquello de hacer tiempo antes de irse. Me estaba tomando mis cereales matutinos cuando estaba viendo uno de esos canales locales y entre anuncio de teléfono erótico y anuncio de teléfono erótico me salen con esto...
No recuerdo si tenía ya el disco, pero creo que tenía la entrada. Después de unos segundos asimilando esa información, la somnolencia que pudiera tener ya había desaparecido. Apenas eran las cinco de la mañana y ya había empezado de una de las mejores maneras posibles: con la recordatoria en la cabeza que tenía una entrada para otro concierto cojonudo. Los Judas habían vuelto con Barón Rojo de teloneros. Acojonaba, tronco, acojonaba.
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